La música para entender la naturaleza

Hace algunos años tuve el privilegio de producir el primer álbum profesional de mi carrera con un productor que admiraba, y sigo admirando hasta el día de hoy: Rafael (Rafo) de la Lama. Este álbum era el resultado de esfuerzos infinitos de la banda, tras conseguir un premio por un monto que nos permitía viajar a Lima a producir nuestro primer material discográfico.

Éramos una banda de adolescentes de la ciudad de Chiclayo, ciudad en donde el rock contemporáneo era omitido por música extranjera de generaciones anteriores. Podría decir, que crecimos en un contexto donde el valor artístico era casi nulo. Si no fuera por el amor de nuestros familiares, amigos y conocidos, no hubiéramos logrado lo que con mucho empeño pudimos hacer en equipo.

Dentro del proceso de producción del álbum, Rafo nos instruyó una nueva forma de ver la música, una visión totalmente nueva de como ésta se constituía de muchos elementos que se superponen uno tras otro para generarla tal cual la conocemos. De hecho, fue Rafo quién me dijo que percibía en mí cualidades para ser un productor musical, motivándome a seguir ese camino, en un momento en lo que lo único que pasaba por mi cabeza era subirme a un escenario a mostrar mi arte y mi puesta en escena, tal cual lo había visto en bandas que admiraba. El proceso del disco terminó y fue el inicio de esta experiencia maravillosa en el estudio de grabación.

Pasó un tiempo y pude reencontrarme con Rafo en el mítico bar barranquino “La Noche de Barranco” junto con Toño Santiváñez y Neto Guevara. Fue en esa conversación que Rafo dijo algo que quedó marcado en mi subconsciente hasta el día de hoy: “la música sigue las leyes de la naturaleza donde todo es perfecto, a eso lo llamamos la armonía y la música es armonía, así podemos apreciarla en su esencia como algo perfecto”; aquella frase penetró en mi esencia luego de educarme académicamente y empíricamente por más de 20 años dándole mucho más valor a la música que he creado.

En la naturaleza encontramos la dualidad: el día y la noche, los ciclos de sueño, las plantas dan oxígeno, pero también dióxido de carbono; el fuego nos permite cocinar nuestros alimentos, pero también destruye cuando no lo podemos controlar; el agua es necesaria para vivir, pero también generan desmanes incontrolables. Todos estos agentes de la naturaleza conviven en paz en un sistema sostenible y lo podemos apreciar como algo indescriptible, maravilloso y bello excepto cuando la sacamos de su armonía.

Lucho Benzaquen

Lo mismo sucede con la música, si la estudias y dominas podrás utilizar también tu lado empírico creativo para crear música bella. Para ello, debemos encontrar el equilibrio de ambos mundos. Esta armonía no se limita sólo a la superposición de notas, sino de muchos otros elementos que permiten manipular el tiempo y el espacio. Es por eso que la música es considerada como una de las artes mayores.

Con todo lo antes mencionado, los artistas de la música somos conscientes que podemos utilizar las diversas herramientas estudiadas para llegar a tocar el alma de las personas con contenido lírico y musical que conmueva y genere sentimientos tanto positivos como negativos. Escribiendo sobre el amor podremos reforzar sentimientos positivos que generan estados de ánimo que nos permiten seguir construyendo una bella realidad; y por otro lado, trazando sobre la tristeza u otras emociones negativas podremos ayudar a encontrar el camino correcto de muchas personas ayudándolos a levantarse y resurgir en esperanza. El poder de la música es único y la tenemos al alcance día a día.

Por: Lucho Benzaquen
27/05/2020

Álbum “Ámbar”
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